Muchas personas piensan en los cactus como esferas y columnas espinosas; pero si seleccionamos los géneros adecuados descubriremos una magnífica floración en primavera. Las llamativas y delicadas flores de los cactus contrastan con el aspecto desafiante de sus tallos espinosos.
Todos los cactus llegan a florecer con el tiempo, pero algunos de ellos alcanzan un tamaño tan grande que probablemente no lleguemos a ver sus flores salvo en su hábitat natural o quizás en los grandes invernaderos de los jardines botánicos.
Por tanto, los cactus de menores dimensiones que llegan rápidamente a la madurez son la elección adecuada, y una vez que hayan alcanzado el tamaño necesario, producirán con gran probabilidad inflorescencias año tras año tan sólo con un cuidado y atención mínimos.
Claves para conseguir la floración de nuestros cactus:
– Un período seco y de letargo durante el invierno.
– Con las bajas temperaturas invernales es necesario reducir los riegos a mínimos y proteger los cactus más delicados de posibles heladas.
– Una fertización al inicio de la primavera sería aconsejable para favorecer la floración.
Una vez pasado el frio invierno y con la llegada de las altas temperaturas a comienzos de la primavera, descubriremos unos diminutos copetes sobre los cactus, los cuales irán engrosando hasta flormar los capullos de las flores.
Las flores de los cactus suelen duran tan sólo 2 ó 3 días ( en algunas cactáceas las flores suelen abrirse al anochecer) pero seguirán emergiendo, si las condiciones son óptimas, nuevos botones florales asegurándonos un período de floración más largo.
La floración nos indica por tanto que nuestro cactus se encuentra sano y en unas condiciones óptimas de cultivo…